Test de alcoholemia y drogas en el examen práctico de conducir

La polémica está servida. La DGT presentó a primeros de año una iniciativa para realizar un test de alcoholemia y drogas a los aspirantes al permiso de conducir antes de comenzar el examen práctico. Esta propuesta no ha sido muy bien acogida por el colectivo de examinadores ya que se pretende que sean ellos los que realicen este test previo. A día de hoy desconocemos si dicha iniciativa verá la luz pero si sabemos que la prueba piloto que pretendía llevarse a cabo en las ciudades de Jaén y Toledo no ha salido adelante por falta de examinadores voluntarios para realizar la formación.  

Imagen: Tim Sackton

La Dirección General de Tráfico lanzó a finales del mes de enero una propuesta para que los examinadores de tráfico realizaran un test de alcohol y drogas a los alumnos que fueran a llevar a cabo el examen práctico de conducir. Si el resultado es positivo o el alumno se niega a realizar la prueba no podría examinarse ese día en cuestión. Apuntan que esta medida no trae consigo ninguna sanción al aspirante, simplemente tendrá que esperar para volver a examinarse cuando esté en condiciones optimas para realizar la prueba. 

Por otro lado, los examinadores han recibido con sorpresa esta propuesta y ponen en duda la legalidad en cuanto a que deban ser ellos los que realicen dicha prueba. Por esta razón ya han tomado medidas en caso de que la propuesta prospere. También se ha sabido que se han pedido voluntarios entre los examinadores de las provincias de Jaén y Toledo para llevar a cabo una prueba piloto. En dicha prueba debían recibir formación previa por parte de la Guardia Civil de Madrid pero no se presentó nadie por lo que no pudo llevarse a cabo. 

Imagen: West Midlands Police

Particularmente la medida en cuestión no me parece descabellada ya que, según el artículo 57 del Reglamento General de Conductores, se explica claramente que no se iniciarán las pruebas cuando existan indicios racionales de que estas no pueden desarrollarse con normalidad y seguridad. El conflicto en sí, según entiendo, no es que deba o no implantarse esta medida sino quién debe ser responsable de su ejecución. Por ello creo que la DGT y el colectivo de examinadores deben sentarse a debatir para encontrar la mejor solución a la hora de poner esta iniciativa en funcionamiento. 

Las autoescuelas en Albacete y los examinadores de tráfico de la capital manchega aún no se han pronunciado al respecto, al menos no hemos oído nada al respecto pero a primera vista veo un error que puede convertir esta medida en impopular y es que los examinadores tengan que desplazarse hasta Madrid para recibir formación por parte de la Guardia Civil. Podría solucionarse implantando dicha formación en otras muchas ciudades (por número de habitantes, capitales, etc.).  

Desconozco el grado de complejidad para poner en marcha esta medida pero estoy a favor de que se realice un test de drogas y alcohol a la hora de realizar el examen. ¿Alguien se imagina a un alumno borracho o drogado antes del examen? ¿se debería permitir que realizara la prueba en tal caso? Creo que son preguntas cuyas respuestas son evidentes y no dejan duda de que la implantación de dicha prueba solo persigue un fin, una mayor concienciación en el apartado de la seguridad vial que beneficia al conjunto de la población.